Más de 3,000 ketes de droga, licor artesanal en baldes, armas punzantes y aparatos electrónicos fueron incautados en el pabellón 02 del Penal de Cantera, en Cañete. El operativo del INPE, con presencia de la Fiscalía, evidenció el funcionamiento de una red criminal enquistada dentro del penal.

Una intervención quirúrgica que dejó al descubierto una estructura criminal
El Penal de Cantera fue intervenido el pasado fin de semana por 50 agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) del INPE. El resultado: una escena que más parecía un centro de acopio narco que un establecimiento penitenciario. Bajo la fachada de reclusión y rehabilitación, operaba una red que traficaba drogas, fabricaba licor artesanal y almacenaba armas e insumos tecnológicos.
Según el informe oficial del INPE, la requisa en el pabellón 02 permitió incautar:
- 1,707 ketes con marihuana
- 1,040 ketes con presunta pasta básica de cocaína
- 352 envoltorios con sustancia cristalina
- 32 bolsas con polvo blanco de procedencia desconocida

Licor en baldes, machetes y USBs: el negocio ilegal dentro del penal
El hallazgo de 113 botellas plásticas con licor artesanal y 11 baldes de 20 litros con chicha fermentada revela la existencia de una economía carcelaria paralela, tolerada por quienes debían controlarla. Además, se encontraron:
- Machetes, cuchillos y objetos punzocortantes
- Cargadores, parlantes, reproductores DVD, USBs y encendedores
Los objetos ingresaron al penal burlando controles, lo que sugiere negligencia o complicidad del personal penitenciario, un aspecto que deberá investigar la Fiscalía.

El Ministerio Público interviene: se formaliza el decomiso
A las 10:50 a.m., el fiscal Jaime Ortega Gómez, de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Cañete, supervisó la incautación de sustancias y objetos, junto al INPE y efectivos de la Policía Nacional. El Ministerio Público abrió diligencias para determinar la responsabilidad de internos y funcionarios penitenciarios.

El INPE celebra, pero los problemas estructurales persisten
En su comunicado, el INPE calificó la acción como parte de su política de “Seguridad en Acción”, orientada a recuperar el control en los penales. Sin embargo, la magnitud del hallazgo revela un sistema penitenciario penetrado por mafias, donde las requisas puntuales no bastan.
Sin funcionarios sancionados ni medidas de fondo anunciadas, la corrupción carcelaria sigue intocada.