Reconocimiento a Dayanita en el Congreso desata críticas por escándalos recientes

En medio de críticas por recientes escándalos mediáticos, Dayanita fue homenajeada este viernes en el Congreso de la República por su trayectoria en la comedia y su visibilidad como figura LGTBIQ+.

Reconocimiento a Dayanita en el Congreso desata críticas por escándalos recientes

La plaza Bolívar del Parlamento fue escenario del homenaje a Max Orlando Sifuentes Arana, conocido artísticamente como «Dayanita», figura popular de la televisión peruana por su participación en programas como JB en ATV. El acto fue promovido por el congresista Waldemar Cerrón (Perú Libre), quien respaldó públicamente el reconocimiento por su “impacto positivo en el arte y la cultura”.

Durante su discurso, Dayanita agradeció visiblemente emocionada: “Muchísimas gracias. La comicidad está mal vista, pero llevamos alegría al pueblo peruano”. También expresó su intención de seguir trabajando “a pesar de quienes quieren destruirla”.


Polémica por contenido para adultos y denuncias mediáticas

El homenaje ocurre apenas días después de que Magaly TV, la Firme difundiera un reportaje donde se acusa a Dayanita de ofrecer contenido sexual explícito a cambio de dinero. Según el informe, la actriz cobraba S/ 800 por supuestos encuentros íntimos, con un adelanto de S/ 400 vía Yape.

En respuesta, Dayanita admitió que vende contenido digital para adultos, pero negó rotundamente haber mantenido encuentros sexuales a cambio de dinero: “No tengo encuentros sexuales, solo he ofrecido contenido”, afirmó.


Críticas a los criterios del Congreso para otorgar distinciones

El reconocimiento a Dayanita se suma a una creciente lista de homenajes del Congreso a figuras de la farándula, varios de ellos cuestionados por su pertinencia. En redes sociales y espacios de opinión, ciudadanos han expresado su indignación por lo que consideran una banalización de las distinciones legislativas.

La controversia también reaviva el debate sobre el papel del Parlamento en la esfera cultural, en un contexto donde la institución enfrenta su propio desprestigio por casos de acoso sexual, presuntas redes de prostitución interna y medidas autoritarias como la prohibición de minifaldas en sus instalaciones.