A pesar de contar con pruebas, la Policía se negó a recibir su denuncia. La Fiscalía de Derechos Humanos ha iniciado una investigación preliminar. Gremios periodísticos denuncian omisión policial y exigen garantías para su seguridad.
Amenaza explícita: “Una más y te mueres”
Entre el 4 y 5 de julio, Gálvez recibió mensajes intimidatorios vía WhatsApp desde un número desconocido. Uno de los textos más preocupantes decía:
“Estás que maleteas a mi obra en Huaraz. Una más y te mueres”. La amenaza fue acompañada de un video que mostraba armas, municiones y granadas, además de referencias directas a su familia.
Estos ataques ocurrieron luego de que la periodista publicara en Huaraznoticias.com una serie de reportajes que exponen presuntas sobrevaloraciones y direccionamiento de contratos en obras públicas de la región, financiadas con recursos del canon minero.

Policía no recibió la denuncia
El martes 9 de julio, Gálvez acudió con su abogado a la sede de la Depincri Huaraz para formalizar la denuncia y entregar las pruebas. Sin embargo, los agentes de la Policía Nacional del Perú se negaron a tomar la denuncia, alegando que “no había ocurrido un hecho concreto”.
La periodista fue derivada únicamente al área de orientación, lo que en la práctica la dejó sin protección inmediata. Esta inacción ha sido ampliamente cuestionada por organismos de defensa de la prensa y derechos humanos.
Fiscalía y gremios periodísticos en alerta
Ante la omisión policial, la Fiscalía de Derechos Humanos de Huaraz abrió una investigación preliminar y citó a Gálvez para declarar y entregar la evidencia del caso.
La Asociación Nacional de Periodistas (ANP) denunció públicamente la negligencia de la PNP y advirtió que las amenazas podrían provenir de una organización criminal vinculada a las obras investigadas.
Por su parte, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) emitió una alerta urgente, señalando que las amenazas constituyen un intento directo de intimidar y silenciar el periodismo de investigación en Áncash.
Un síntoma del deterioro de la libertad de prensa
Este caso se suma a un clima alarmante: más de 150 periodistas han sido agredidos en Perú en lo que va de 2025, según cifras recogidas por El Comercio. Los asesinatos de Gastón Medina en Ica y Raúl Celis en Iquitos reflejan que el riesgo para la prensa es real, especialmente en provincias donde la corrupción opera con impunidad.
Gudelia Gálvez no está sola, pero tampoco está protegida. Su caso exige una respuesta firme del Estado para garantizar la integridad de quienes investigan lo que el poder prefiere ocultar.