Las cámaras de seguridad muestran cómo el sicario ingresa con casco, mochila y celular; revisa una imagen de la víctima en su teléfono para identificarlo, se acerca y dispara sin mediar palabra. La ejecución, metódica y silenciosa, dejó a Zamora Guerrero tendido en el suelo mientras el atacante seguía disparando a quemarropa.
Fuga inmediata en motocicleta acompañada
Tras el ataque, el sicario huyó en una motocicleta conducida por un cómplice, sin que nadie pudiera detenerlos. La Policía Nacional llegó minutos después, acordonó la escena y el Ministerio Público ordenó el levantamiento del cadáver
Investigación en curso por ajuste de cuentas
Agentes de la DEPINCRI San Juan de Lurigancho y la comisaría de Zárate lideran las pesquisas. Ya recolectaron los doce casquillos y analizan las imágenes para identificar al sicario. Por el nivel de planificación y ejecución, se maneja como un posible ajuste de cuentas, aunque no se descarta que sea un encargo del crimen organizado.
Fuentes policiales indican que Zamora Guerrero no registraba antecedentes en Perú, y se trabaja con autoridades venezolanas para ampliar la investigación.
Estadísticas preocupantes: extorsión y homicidios en alza
Según el Observatorio Nacional de Seguridad Ciudadana, las denuncias por extorsión en Lima crecieron de 2,766 en 2024 a 3,757 entre enero y abril de 2025. San Juan de Lurigancho acumuló 497 casos en ese periodo, ubicándose entre los cinco distritos con mayor incidencia
Urge recuperar territorio
El asesinato de Giormán Zamora no es un hecho aislado, sino parte de una ola de violencia organizada. El uso de disfraces para cometer crímenes refleja una sofisticación creciente en las bandas criminales. La ciudadanía exige presencia policial real, funcionalidad en videovigilancia y supervisión municipal, fundamentales para restablecer el control estatal y garantizar seguridad.
